La Legión de Cristo sigue podrida. De Paolis no quiere reformas, sólo busca la paz.

08/05/2012 at 9:35 PM 2 comentarios

Reproducimos la carta de despedida de una ex-consagrada, una mujer admirable que no puede callar. Una muestra más de que la Legión de Cristo, incluida su rama femenina, sigue siendo un agua estancada cada día más podrida.

“Si este hombre, a quien espero Dios haya acogido en su misericordia y por quien sigo rezando, nos engaño, y él fue el iniciador del RC, es de lógica que hemos de revisar toda la obra de arriba abajo, pues todo venía de él: carisma, metodología, espiritualidad…todo. Al poco tiempo, para mi gran sorpresa, vi que había un grupo de superiores que no estaban dispuestos a hacer la verdad. Fui testigo de que me mintieron, y no solo en una ocasión.”

28 de abril de 2012

Madrid

Estimado P. Montan,

Le mando esta carta para que usted la remita al Delegado Pontificio, Monseñor De Paolis.

Me llamo Nieves García Horcajada, llevo casi 28 años consagrada en el Regnum Christi, y tengo 48 años y medio. Agradezco a Dios su infinita bondad y misericordia para con mi alma a lo largo de toda mi vida. Creo que ha llegado el momento de hacer públicos los motivos por los que deseo vivir mi consagración solo de cara a Dios, como hija de la Iglesia y acogida a la paternidad del obispo de mi diócesis.

No pido ninguna dispensa de promesas porque me consagré a Cristo y con su gracia a Él le quiero seguir siendo fiel, viviendo pobreza, obediencia y castidad. No pido desvincularme del Regnum Christi (que es la expresión de moda) porque en este momento la aprobación del Regnum Christi no es definitiva, está en revisión, por lo tanto no la reconozco como institución aprobada ordenadamente y de derecho pontificio. Ahora están bajo la aprobación de un Delegado Pontificio, que no es por lo tanto el Papa.

Para su tranquilidad, y la de los superiores, aclaro mi situación de vida, respecto al Movimiento. Agradezco la ayuda económica que me han dado este pasado año, aunque era lo normal pues seguía a la espera.

          Dado que hago pública esta carta para que no haya interpretaciones por parte de nadie acerca de mi persona, quiero empezar aclarando que he sido una persona muy feliz en el tiempo que he vivido en esa institución. Feliz por la oportunidad de conocer a Cristo y amarle, y por haberme permitido conocer y servir a miles de personas que me han dado sin merecerlo su cariño y confianza. Feliz por la caridad, en ocasiones vivida en los equipos en los que he vivido. Doy testimonio de cuanta bondad y pureza hay en los corazones de mis compañeras, que para mí han salido un aliciente y un testimonio de vida. Ahora soy un poco más feliz porque vivo para ser amada primero por El, con más humildad y necesidad, como creatura e hija suya. A todas y a cada una de todas las personas que he tratado, quiero dar las gracias de todo corazón. A todas las llevaré siempre en mi corazón porque están presentes en mi oración diaria. Las consagradas que han salido, las que se quedan. Esto son diferencias y categorías humanas, no cristianas, con las que no comulgo. Todos vivimos en el Corazón de Jesús y en el seno de nuestra Madre la Iglesia.nieves

          Las puertas de mi vida venidera están abiertas a todas. Pueden tocar cuando quieran, y aquí tendrán siempre a la Nieves que han conocido, (Nievecitas de limón para las mexicanas), aunque a veces me retraso un poco en contestar, pero lo hago.

          ¡Cuántas cosas hemos vivido en estos últimos tres años, P. Montán! No se imagina que increíble aventura espiritual nos tenía preparada Nuestro Señor. Le encantan las sorpresas, pero más le gusta la verdad y el auténtico amor.

          Yo fui de las grandes admiradoras de Maciel desde los 12 años. Hasta algo fanática del RC. Cuando Jesús metió ese gol espectacular a través del cual la verdad emergió después de haber estado, escondida casi 60 años, todo cambio. Comenzó un segundo tiempo del partido de mi vida, muy distinto.

          Mi pobre razonamiento, al saberlo, fue muy simple. Si este hombre, a quien espero Dios haya acogido en su misericordia y por quien sigo rezando, nos engaño, y él fue el iniciador del RC, es de lógica que hemos de revisar toda la obra de arriba abajo, pues todo venía de él: carisma, metodología, espiritualidad…todo. Al poco tiempo, para mi gran sorpresa, vi que había un grupo de superiores que no estaban dispuestos a hacer la verdad. Fui testigo de que me mintieron, y no solo en una ocasión. Ahí entró la duda ¿Cómo obedecer a personas que mienten? No es Dios el padre de la mentira ¿Y mi conciencia dónde queda? A ella me agarré y la luz de la verdad fue entrando, con mucho dolor pero llenándome de paz. De esa paz que el mundo no puede quitar. Ese era el camino.

          Estuve cerca de los visitadores, acudí a Roma tres veces para hablar con el P. Álvaro, el P. Luis, con miembros del Consejo Pontificio para laicos, con personas que trabajaban en la Congregación para la vida consagrada y sociedades apostólicas; hablé con jóvenes que habían sido abusados sexualmente por legionarios que no eran ya el P. Maciel (algo que ha sucedido en bastantes ocasiones), y los acompañé a denunciar ante el visitador correspondiente. He denunciado con las autoridades correspondientes de la Iglesia como pide el Santo Padre, al ver que algunos superiores, los encubrían. Descubrí, en ese tiempo, que la aprobación que tenían nuestros Estatutos no venía realmente del Santo Padre, era un papel firmado por hombres que habían mentido, letras muertas en un papel. Nunca fueron “la voluntad de Dios”. Acudí a tres canonistas expertos y todos me decían lo mismo. Fueron unos años en los que sentía dentro de un huracán y no podía salirme de él. Aquellas personas que me conocen le podrán decir que en general soy alguien conciliador, obediente, tranquila. ¿Qué me ha pasado? No lo sé. Quizás mis formas no fueron siempre las más serenas, pero le confieso que sentí MIEDO, mucho miedo de haber dado mi vida a una mentira. Perdone P. Montán pero estudié filosofía antes de consagrarme y el tema de la verdad, para mí es vital.

          Yo estaba dispuesta a luchar el resto de mis días para hacer de nuevo esta obra, pero cimentada en la roca de la verdad que es Cristo, y sin ocultar nuestra mentira. Hacerlo con humildad, de la mano de la Iglesia. ¡Cuánto me hubiera gustado! Pero aun habiendo hecho todo lo posible, me encontrado con un muro gigante y misterioso que oculta, miente (la verdad menos uno es la mentira más peligrosa), y a veces, confieso con dolor, sostenido por algunos hombres de Iglesia, que no son modelos de Evangelio. Desconozco sus últimos motivos, pero al menos sus hechos están muy lejos de ser semejantes a los hechos de Jesús, mi amado y Buen Jesús. Tristemente reconozco que me ha defraudado mucho el Cardenal De Paolis, especialmente desde que no hizo la comisión de la verdad.

          Hablé, escribí, traté de servir y ayudar a mis compañeras pero eso me costó una invitación solapada a irme a mi casa. Mis padres, que han entregado a Dios a sus dos hijas, con 80 años ahora, me abrieron las puertas de su casa, sanaron mis heridas, respetaron realmente mi proceso, cuidaron mi fe y mi vocación. Le doy gracias infinitas a Dios por mi familia. Yo la he tenido y la tengo ahora, otras ya no la tienen, y también las invitaron a coger su maleta, e irse a buscar otro techo. Mis padres me han devuelto la fe en la familia, que perdí en el RC. Esa familia del RC, que cuando llegué a Madrid, me invitó a no asistir ni ir a Mirasierra. Quiero contar los hechos, no porque esté herida, sino porque la verdad por dolorosa que sea, nos puede abrir la conciencia, nos purifica, nos ayuda a ser humildes y nos permite que no vuelva a suceder con otras.

          Dios me ha regalado experiencias maravillosas en estos meses, como poder reconciliarme y pedir perdón mutuo con mi equipo de Las Rocas, cuando algunas de ellas escribieron cartas pidiendo mi expulsión por hablar con la verdad. ¡Que bella es nuestra fe! De la mano de Jesús y con un poquito de humildad la reconciliación es posible Y COMO SANA EL ALMA. Repito, las puertas de mi vida y de mi corazón están abiertas a todos, al P. Álvaro, al P. Luis, a Maleny, al P. Delgado algunos a quienes he buscado (excepto el P Luis que siempre estuvo ahí), y nunca “hemos logrado coincidir”. De verdad que se lo agradecería mucho, mucho. Les quiero más de lo que ellos se imaginan.

          Pido perdón a todas mis compañeras por el mal, que siempre inconscientemente pudiera haberles hecho, y ahora por el dolor que sé que les causo al escribir estas líneas, pero es mayor mi amor a ellas, y Dios que me juzgará al final de esta vida, es testigo de ello.

          Esta decisión la he tomado después de volver a Roma y hablar con el cardenal Joao, un hombre de Dios y evangélico. Él no me lo ha dicho, pero me confirmó lo que ya sabía. También lo ha provocado el hecho de haber vivido junto a dos compañeras su invitación a ir a recoger su maleta, sin dormir en el centro, después de 25 y 34 años de consagración. ¿Por qué Jesús quiso que yo estuviera ahí a su lado? No lo sé, pero así fue. Y la he tomado después de muchas horas de oración delante de Jesús Eucaristía, muchas.

          Le doy gracias públicamente a mi hermana de sangre y de consagración. Ella ha sido mi buen samaritano, que acudió a mi lado cuando caí en el camino, sabiendo lo delicada de la situación, pero eligió amar primero. Ella sigue adelante fiel a su conciencia y es una valiente. ¡Animo, mi niña, te apoyo en todo, porque sé que buscas a Dios con sinceridad, como muchas a tu lado! Seguimos por encima de todo siendo HERMANAS. Ella me ha enseñado lo que es el respeto, la comprensión y LA FRATERNIDAD.

          Quisiera estar cerca de todas y todos, de las de Totus Tuus, a quienes tengo la oportunidad de ver con más frecuencia, y con las del RC y las que ya no lo son. Así como todas las personas maravillosas que Dios ha puesto en mi vida a lo largo de estos años, de los legionarios que han sido compañeros de fatigas en la búsqueda de la verdad, los que están dentro y fuera, de otros valientes que han hecho la verdad a fondo y para ser fieles a su conciencia han dejado el sacerdocio que fue forzado por Maciel; a todos les doy las gracias, y espero seguir en contacto y siempre unidos en la oración, en el Corazón de Jesús, en la fidelidad al Papa y al amparo de la Virgen del Perpetuo Socorro, mi gran amiga, protectora, fuente de inspiración y consoladora.

          Ahora a vivir como Ella, salvando las distancias, en este mundo tan necesitado de esperanza, caminando con las personas, entre ellas, sin más identidad que mi fe en el Evangelio, y mi corazón consagrado.

          Acabo ya estas líneas porque no puedo dejar de llorar. P. Montan dígales a todas las que vea, que las quiero mucho, que nunca las voy a olvidar, nunca.

          Dicen que quien mucho se despide, pocas ganas tiene. En fin Padre, creo que queda clara mi posición, de todas formas si queda alguna duda, pues ya sabe, un correo o una llamadita. ¡Ánimo Padre, a vivir por encima de todo la caridad de Jesús y ya verá como todo se empieza a arreglar! El amor es el secreto que conquista el mundo, el amor humilde y siempre en la verdad.

          Legionarios, consagradas, ex consagradas, Totus Tuus…os quiero mucho. Rezad por mí, lo necesito mucho. Sigue la aventura de la vida. Todos morimos, lo que importa es HABER VIVIDO ANTES…AMANDO. Alguien (San Juan de la Cruz) dijo que al final de la vida solo se nos juzgará del amor, pues a AMAR MUCHO.

Nieves García Horcajada

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Zenit para la Legión, no para la Iglesia El encubrimiento a Maciel, cada día más evidente

2 comentarios

  • 1. Mariana  |  25/07/2014 a las 1:42 AM

    ¿Cuándo se dará cuenta la Iglesia como institución, que por seguir acogiendo a los legionarios aún supuestamente transformados, se vaciará la Iglesia?
    ¿Qué espera el Papa argentino para acabar con la legión?
    ¿Espera a destrozar la Iglesia?
    La decepción de todos los católicos que estamos esperando resuelva de cara a Dios la situación será tan grande, que ha iniciado la época biblica de la desolación que termina con la autodestrucción de la Iglesia profetizada.
    Aunque sabemos que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia.
    LEGIONARIOS, FUERA DE LA IGLESIA.
    QUE LOS FIELES A DIOS SE SALGAN DE ESA DIABÓLICA INSTITUCIÓN y reingresen a desagraviar a Dios.
    LEGIONARIOS, ¡FUERA DE LA IGLESIA!, NO SIGAN DESTRUYENDO LA IGLESIA DE DIOS.

  • 2. Luis Múzquiz  |  11/05/2012 a las 3:37 PM

    Pues todo el desastre que causo la infidelidad de Maciel. Pero yo creo que si tienen razón muchos, en decir las cosas que hacen mal los altos jerarcas. No todos obviamente. Tampoco hay que esperar que sean perfectos pero si tienen una actitud muy lenta, o como queriendo no hacer nada, como de una excesiva «prudencia» dìria yo porque confunden la Iglesia con Dios, no sé. Piensan que al final se ganan más adeptos tardandose en aceptar sus faltas. Aunque también el mundo, sobre todo los periódicos les encanta criticar.


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