Posts tagged ‘Legionarios de Cristo’

Una leyenda negra que puede distorsionar la verdad sobre Maciel

Las últimas noticias sobre Maciel no parecen suficientemente contrastadas

 

En México Sanjuana Martínez, y en España José Manuel Vidal, han publicado unos artículos sobre el fundador de los Legionarios, basados en informaciones poco contrastadas que no parecen veraces.

Sanjuana Martínez recoge el testimonio de Alejandro Espinosa, según el cual Maciel se dedicó al tráfico de drogas, poseía un gran capital a su propio nombre en las Bahamas y tuvo constantes amoríos con las señoronas de la jet mexicana. Espinosa, sobrino lejano de Maciel, tiene  todo nuestro respeto y consideración por haber sido víctima de abusos, pero no aporta ninguna prueba ni ningún indicio que nos ayude a creer sus afirmaciones sobre el fundador. Los hechos que narra parecen alejarnos del verdadero Maciel. Anteriormente, Alejandro Espinosa también había acusado a Marcial Maciel de ser responsable de la muerte del Obispo Guizar y Valencia. Le acusaba de envenenarle con cianuro,  pero no aportaba pruebas de ello.

Por su parte, Vidal ha recogido documentos de los dos supuestos hijos de Maciel que buscan reconocimiento. Leer la carta manuscrita que transcribe Vidal en su artículo nos llena de inquietudes: el estilo literario de los manuscritos que se fotocopiaban y recibíamos de vez en cuando en la Legión es mucho más cuidado y menos inculto que el de la nota al supuesto hijo que transcribe Vidal. Sí, también había faltas de ortografía, pero no tan gordas, y el estilo no era tan “mexicanazo”. Esa carta que publica Vidal nos recuerda más a las del volumen primero, en el que un Maciel seminarista de dieciséis años escribía a su madre. Sería de gran ayuda disponer de un facsímil de la carta.

¿Será que ni siquiera las cartas manuscritas de Nuestro Padre estaban escritas por Nuestro Padre? ¿Será que Maciel, además de doble vida, tenía realmente doble personalidad y cambiaba incluso su forma de expresarse? ¿O será que estamos ante una falsificación interesada para obtener los beneficios, sino de la herencia, sí de la publicidad?

El tiempo hablará, pero mientras tanto, debemos ser cautos para no dejarnos engañar ni por una leyenda negra que tergiverse la auténtica personalidad malévola del fundador, ni por la leyenda rosa que él mismo construyó con la complicidad de los legionarios, porque entonces nunca llegaremos a comprender quién fue Marcial Maciel.

24/09/2009 at 1:02 AM 9 comentarios

El P. Álvaro escribe a los legionarios a través de sus Directores Territoriales

Se escuda en los subordinados, buscando su exculpación

 Todos los legionarios y exlegionarios sabemos que un Director Territorial no publica una carta como la que han firmado los superiores de Estados Unidos y España si no es por iniciativa y responsabilidad de la Dirección General. En la Legión es inconcebible que una carta como esa nazca a iniciativa de un Director Territorial. Esas cartas vienen de arriba, han sido escritas en Roma y por eso dan consignas para todos. Quizá los directores territoriales han matizado o añadido alguna cosilla, pero nada más.

Además, la carta del P. Delgado es casi idéntica, salvo esos matices, a la de los Directores Territoriales de Estados Unidos. Ambos afirman que quieren “compartir algunas reflexiones y consejos que nuestro Director General, el P. Álvaro Corcuera, nos ha ofrecido”.

Si es así, ¿por qué no firma la carta el P. Corcuera?. Esas cartas presentan el esbozo de un plan de reforma, por fin, para toda la Congregación. ¿Es comprensible que nazcan de quienes sólo gobiernan a una porción, y con competencias tan limitadas? No.

Entonces, ¿por qué razón el Superior General no ha querido firmar la carta? Porque ha preferido que sus subordinados le exculpen: tuvieron (los PP. Corcuera, Garza y Sada) conocimiento de los hechos cuando el P. Maciel se había ya retirado de sus funciones como Director General y su salud estaba ya muy deteriorada.

En el más puro y edulcorado estilo legionario, lo anterior es sólo una verdad a medias. El P. Álvaro ya era Superior General cuando la Santa Sede condenó a Maciel a una vida retirada de oración y penitencia. Para entonces, él ya sabía que esa condena no era una cruz, como bochornosamente afirmaba el comunicado oficial de la Congregación, sino un intento de no sacar a la luz los terribles pecados,  muy bien probados por la investigación de Ratzinger, del fundador. Sabía que las acusaciones de pederastia eran veraces y contrastadas, sabía que los secretarios habían declarado que Maciel vivía como un laico cualquiera la mayor parte del tiempo, viajando siempre por ahí en solitario o con compañías extrañas, sabía que el P. Maciel gastaba sumas ingentes de dinero en su vida personal, sabía que tenía un piso en el centro de Roma en el que había pornografía, sabía que el fundador había sido drogadicto. Sabía que estaba gastando dinero en acomodar a ciertas amistades particulares. ¿Qué todo esto lo supo con total certeza una vez en el cargo de Director General? ¿Qué no sabía lo de la paternidad? Puede que sí, pero cuando emitió el comunicado que a continuación transcribimos, el P. Álvaro quiso engañar a todos sus legionarios: Él (se refiere a Nuestro Padre), con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado, ha aceptado este comunicado con fe, con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios, el Padre de Misericordia, ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias para la Legión de Cristo y para el Movimiento Regnum Christi.

El comunicado, por cierto, causó un grandísimo enfado en la Santa Sede y desprestigió más en Roma a los legionarios que la mismísima conducta lasciva del fundador. Decir que el P. Álvaro no sabía nada es hacer de él un ingenuo, y los que le conocemos bien, desde que estaba en el tercer grado, sabemos que no es nada ingenuo.

Por otro lado es sumamente esperanzador que de una vez por todas los superiores hablen de cambios y reformas. Esperemos que descubran que no necesitan cambiar cuatro normas o quitar otras cinco, sino cambiar profundamente de mentalidad. ¡Enhorabuena y adelante, legionarios!

Y una cosa más, los creadores de todomaciel no somos “enemigos de la legión”, sino más bien amigos y gente cercana que pretendemos ayudar a todos los legionarios y miembros del RC a salir de la mentira en la que han vivido por un único camino posible: el de la verdad. Por eso, aunque sea algo desleal, estamos condenados al anonimato. También nosotros, como el P. Delgado, os invitamos a pasar más horas de oración ante el sagrario que en internet. Pero tened en cuenta algo terrible y hermoso a la vez: si internet no existiera vuestro fundador estaría en proceso de beatificación.

11/09/2009 at 12:48 AM 1 comentario

Esperanzador, aunque parcial, “mea culpa”

¿No debería ser el Superior General quien hablase?

 Se ha dado a conocer el contenido de una carta en la que los superiores de la Legión en los Estados Unidos, P. Scott Reilly y P. Julio Martí, reconocen la gravedad de los pecados del fundador y piden perdón por ellos. Además, hablan de algunas medidas de saneamiento y reforma, aunque tal como las presentan, parecen tímidas y lentas. Los firmantes sólo representan a una pequeña parte de los legionarios, los de Estados Unidos, aunque las medidas de las que hablan afectarían a toda la Congregación.

Es esperanzadora la sinceridad con la que estos sacerdotes han escrito a sus legionarios y a los miembros del Regnum Christi. Pero una inquietante nebulosa se desprende de esta carta: ¿No debería ser el Superior General de la Congregación, y no los superiores en Estados Unidos, quien pida perdón y proponga reformas? Si se basan en las recomendaciones del P. Alvaro Corcuera, Superior General, ¿por qué no firma la carta el mismo P. Corcuera? ¿Acaso no le han consultado? ¿Se trata de un “camino aparte” de los legionarios americanos, que ya llevan años atenuando la rigidez institucional? ¿Quizá les ha obligado o recomendado la carta el Visitador para Estados Unidos, Mons. Charles Chaput? ¿O es más bien un intento de calmar a los sacerdotes de Estados Unidos que han amenazado con disgregarse de la Congregación?

¡Qué difícil es entender a los legionarios!

El contenido de la carta ha sido recogido por Aciprensa y se puede consultar en su web: http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=26680

08/09/2009 at 12:43 PM 2 comentarios

Estremecedor testimonio televisivo de las víctimas de Maciel

«Legionarios de Cristo: Los pecados de Marcial Maciel»: Así se llama el documental que se ha emitido en la televisión chilena en el que las víctimas del pseudo-fundador Maciel relatan en primera persona, no sólo cómo fueron estuprados por éste, sino también el calvario que pasaron al intentar sacar a la luz la verdad sobre un hombre al que se estaba canonizando en vida. Es particularmente estremecedor el testimonio de Felix Alarcón, sacerdote, explicando la frialdad que la Congregación religiosa y la misma iglesia ha tenido con las víctimas. Los superiores de la Legión deberían obligar a todos los Leginarios y miembros del RC a ver este documento, que desgraciadamente fue retirado de you tube en su versión española, pero del que ahora podemos ofrecer una versión subtitulada al francés.

27/08/2009 at 2:27 PM 4 comentarios

La Cúpula de la Legión aclara a los superiores que no deben revisar la correspondencia de los miembros con los visitadores

Algunos legionarios se muestras escépticos ante estas indicaciones

 

José Martínez de Velasco cuenta en su blog (http://blogs.21rs.es/trastevere/2009/08/21/los-legionarios-de-cristo-estan-divididos-ante-el-escandalo-por-la-vida-de-su-fundador-y-algunos-cuestionan-a-sus-superiores/) que el pasado 30 de julio el P. Evaristo Sada, desde la Secretaría General, escribió una carta dirigida a los directores territoriales, a los rectores de los centros de formación y a los superiores de los centros de apostolado, y con copia a los nuncios territoriales y nuncios de los centros de formación.

En la misiva, Evaristo Sada confirma “la aclaración, ya dada por nuestro director general en fechas pasadas, acerca de la correspondencia escrita o electrónica que los Legionarios de Cristo deseen enviar a los Visitadores Apostólicos o aquella que de ellos reciban”.

“El número 373 de nuestras Constituciones establece cuanto sigue: Todos nuestros religiosos pueden enviar libremente cartas, sin ninguna revisión, a la Santa Sede y a su Legado en la nación, al director general, al secretario general, al director territorial, al nuncio, al asistente territorial para el área de la vida religiosa y al rector o superior del centro cuando éste se encuentre ausente. Igualmente pueden recibir carta de ellos sin ninguna revisión”.

“En el presente caso -prosigue Sada- los Visitadores Apostólicos representan al Santo Padre y actúan por encargo de la Santa Sede. Por tanto, como es obvio, la correspondencia a ellos dirigida o que de ellos se recibe, queda excluida de toda revisión”.

“Esto mismo se aplicaría, a tenor de los Estatutos del Regnum Christi, a los miembros consagrados del Movimiento”.

“Les pido que confirmen esta norma a los miembros de sus comunidades”.

No se lo creen

Hasta aquí el resumen de la carta de Sada. La respuesta, desde algunos sectores críticos no se hizo esperar y, no sin cierta ironía, respondieron a su superior diciéndole que no se creen “esta fachada”.

Omito la textualidad de algunas de las respuestas para evitar pueda identificarse a los autores, pero en ellas se cuestiona la confidencialidad de la correspondencia electrónica -”pues como usted bien sabe tenemos el sistema de revisión previa en el correo electrónico y el revisor va autorizando cada mensaje de salida y de entrada”, y recuerdan que en ocasiones la correspondencia particular y los mensajes de familiares no les han llegado.

Y sobre la correspondencia escrita señalan que es facil, y no es la primera vez que ocurre, que dejándola al superior “este la abra y la revise”, incluso apuntan que alguna vez les han llegado cartas del Vaticano “abiertas”.

Estos legionarios se preguntan sobre el sentido del envío de  la carta de Evaristo Sada, y afirman con rotundidad que no se creen que  ”no vayan a revisarlas”.

Así están las cosas en el interior de la Legión y del Regnum Christi. Tenemos Visitadores para rato. (Trastevere)

25/08/2009 at 11:51 PM

Dos supuestos hijos de Maciel reclaman su herencia

Lo cuenta Sanjuana Martínez en Cimac

Raúl y Cristian son dos muchachos de Cuernavaca, de 28 y 18 años respectivamente, que dicen ser hijos de Marcial Maciel. Están dispuestos a someterse a pruebas de ADN y dicen tener cartas, documentos y testimonios que prueban su filiación. De hecho, el mayor tiene cierto parecido físico con el supuesto padre.

Las noticias sobre Maciel cobran un ritmo vertiginoso y están poniendo en jaque la serena tranquilidad con la que el Vaticano suele proceder siempre, y también en la actual Visita Apostólica a la Congregación.

Ya tenemos al santo con con tres “deslices”, con tres “actuaciones impropias”. Una triada, que Nuestro Padre siempre ha querido ser imagen y semejanza de la Trinidad.

Y los Legionarios como Cuba, que aunque todo cambie, aunque nada de lo suyo se sostenga, en la isla sigue vivo el paraíso revolucionario auténtico. ¡Viva Fidel! ¡Viva Maciel! El resto del mundo, curia romana incluida, está equivocado.

13/08/2009 at 8:21 PM 1 comentario

La verdad sigue abriéndose camino

“Cuando conocí a Maciel, yo era menor de edad”: la tercera noticia más leída por los lectores de El Mundo

 

Hace apenas un mes, los legionarios comenzaron a correr el bulo de que lo de “Nuestro Padre” fue un desliz provocado por el deterioro mental que sufrió tras ser operado en Houston de un tumor enquistado en el cerebro. Al pobre le dejaron ocioso y solo durante su convalecencia y, ya se sabe, la ociosidad…

maciel y su cicatrizCuando oí este argumento, me parecía más bien una ironía. A mí no me salían las cuentas. Si la hija tiene 23 años, entonces fue concebida hace casi 24, y eso es al menos un año antes de la operación que efectivamente se le hizo en Houston en el 87 (La imagen muestra la gran cicatriz que le quedó).

Pero mira por donde, ahora Norma Hilda Ramos ha dicho a los de El Mundo cuatro palabras muy elocuentes. Norma conoció a Maciel cuando ella, ahora con 48 años (Maciel tendría 89), era menor de edad, y declara que ni siquiera sabía quién era de verdad su hombre. Él nunca reveló su identidad. (Maciel usaba pasaportes falsos con nombres ficticios. También en eso gastaba los donativos de la gente, en las costosísimas mordidas que se pagan en México por esos documentos falsos).La hija de ambos se llama Norma Hilda Rivas.

Maciel sigue batiendo records: ha logrado ser la tercera noticia más leída del día en España. Va a acabar siendo más célebre que Escrivá de Balaguer.

¿A qué esperan los legionarios para dejar atrás a su pseudo-fundador? ¿No se dan cuenta de que cada día va a ser peor, de que su única salida es renegar públicamente y de una vez por todas de Maciel? A veces las personas más inteligentes son también las más torpes para pisar en la realidad.

09/08/2009 at 4:34 PM 13 comentarios

Reconvertir la Legión III

Tras la remoción de todos los superiores mayores de la Congregación y la necesaria reforma del Sistema de Gobierno que descentralice el poder en la Congregación, se debe dar el imprescindible paso de la DESREGULACIÓN. En otros términos, se debe superar el fariseísmo legionario.

 

Los legionarios de Cristo son los nuevos fariseos. Su fariseísmo ha sido inculcado e institucionalizado por el mismo Marcial Maciel, y es la muestra más clara de que este embaucador no fue un auténtico fundador. Un fundador busca llevar a cabo un proyecto inspirado por Dios. Maciel se inspiró en su propia mente empecatada, pero nunca se dejó inspirar por el Espíritu Santo.

Hablamos de fariseísmo, no sólo porque a Maciel se le pueden aplicar de principio a fin todas las etiquetas que Jesucristo puso a los fariseos: raza de víboras, sepulcros blanqueados, hipócritas, limpiáis el plato por fuera pero vuestro corazón está lleno de podredumbre…, sino también porque la vida legionaria está sometida a un régimen normativo tan extenso que desborda con creces los 618 preceptos fariseos.

Para los legionarios todas las indicaciones de los superiores tienen carácter normativo, es decir, se observan como leyes a las que uno debe someterse sin desviarse un ápice de ellas, por fidelidad a Dios, sin juzgarlas ni criticarlas, ni externa ni internamente. “Los deseos de los superiores son órdenes”: Y esto no es un eslogan para promover la virtud de la obediencia, sino una realidad normativa, pura y dura: las consecuencias son despóticas y manipuladoras. El problema de fondo no está que los legionarios hayan desarrollado un sinfín de textos normativos, sino en que dan valor normativo a todos los aspectos de la existencia. Toda la vida se encuentra híper-regulada. Debes levantarte de la cama de un salto a la consigna de “Venga tu Reino”. Si titubeas, ya eres infiel. Luego, medio sonámbulo, un precepto te indica que debes recitar el Te Deum. La norma te dice la forma de proceder en  tu aseo y cada prenda de ropa que vistes está regulada. Un mandato te dice que no uses pañuelos de papel, otro que lleves el pelo peinado siempre con la raya a un lado…

Los legionarios dan la impresión de haberse quedado en los cincuenta, por la regulación de su porte externo y de sus atuendos (pelo corto, pero no demasiado, y siempre raya a la izquierda. El traje abrochado y cruzado, según la moda de aquellos años). Más ridículas están las consagradas, con el pelo cortito y vistiendo como si estuvieran en los sesenta, cuando se reguló su aspecto externo. La falda larga es obligatoria para todo, también para hacer deporte y salir a la montaña. El día que veamos a una jovencita del 3GF con pantalones, podremos decir que la la Legión va recuperando el sentido de la realidad.

Luego, durante el día, debes cuidar la regla de rezar siempre en la postura establecida, con las oraciones establecidas, en los tiempos establecidos. Si te distraes rezando –les enseñan a los novicios- debes dedicar el tiempo de descanso a recuperar la oración; pero para usar el descanso en algo que no sea pasear con otros hermanos por los jardines, debes pedir permiso. Así que todos los días tienes necesidad de acudir al superior para cualquier minucia. Si eres un poco expeditivo y no te gusta perder tiempo (la cola frente al despacho del superior es habitual), el único remedio que te queda es ser infiel y no avisar de las cosas. Por otro lado, si no quieres estudiar, una escusa perfecta es hacer cola frente al despacho del superior durante el tiempo de estudio. Quedas bien.

Con este sistema de vida, llevado al extremo como lo llevan, la conciencia religiosa se atrofia porque se termina perdiendo la libertad interior para discernir. La figura del superior se vuelve tan “imprescindible” para poder desarrollar la propia vida religiosa que se crean vínculos afectivos desordenados y falsos, ya que estos afectos nacen de la necesidad de tener confianza y estar a bien con quien dirige hasta los aspectos más minuciosos de tu vida. Sólo considerando esta dependencia psicológico-afectiva del superior se logra entender que los abusos sexuales de Marcial Maciel se mantuviesen durante años, sin que los mismos estuprados tuvieran fuerza psicológica para evitarlo. Estaban terriblemente manipulados, no directamente por Maciel, sino por el sistema legionario.) Cuando eres adolescente (apostólicos, novicios) llegas a desarrollar hacia el superior una relación de afectividad-obediencia tal, que éste se convierte para ti en un pequeño dios. Es muy frecuente entre los apostólicos y novicios jóvenes el equívoco de dirigirse al superior diciéndole: “papá”).

Muchos legionarios dejan de realizar actividades y de desarrollar aspectos de su personalidad por no enfrentarse al complicado tramado normativo que se debe sortear para hacer cualquier cosa no habitual. Si quieres atenerte a las reglas, no podrás hacer auténticas amistades ni fuera ni dentro de la Congregación. Tampoco podrás ayudar eficazmente a una familia con problemas. Pronto tendrás que romper unas cuantas normas y se te verá como “sospechoso” (Normas de avisar si llamas a alguien, de contar al superior lo que te cuentan, de llegar a la hora, de rezar a la hora, de no moverte de los lugares establecidos, de ir siempre con un compañero a cualquier sitio, etc.) Tampoco podrás desarrollar determinados deportes o actividades. Si al superior le gusta esquiar, toda la comunidad irá a esquiar, pero como al superior no le guste, entonces sólo te vale alguna artimaña apostólica: lo mejor será conseguir tres o cuatro amigos de mucho dinero a los que acompañar a Baqueira “por puros intereses apostólicos”. Si no encuentras esos tres o cuatro amigos de dinero, estás perdido, no pintas nada en la Congregación ni podrás hacer nada de puertas afuera. (Arrimarse a un rico es la mejor escusa que un legionario puede tener para lograr del superior una “excepción” a la norma.)

Hemos dado en otro problema serio de la Congregación: los agravios comparativos. A los que tienen amigos potentados, a los de buena cuna, a los simpáticos o emprendedores, se les permite relativizar el reglamento para que puedan cuidar sus fecundos “contactos apostólicos” y se les deja vivir a su aire, pero al más mediocre, al que no destaca por ser guapo o simpático, nunca se le concederán permisos especiales. Al principio lo aceptas con humildad, pero con el tiempo, te sabe mal que al otro sí le den permiso.

Y así llegamos al siguiente aspecto del fariseísmo legionario: como es imposible cumplir todo, el superior puede dispensar arbitrariamente de todo, de lo grande y lo pequeño, según su criterio y conveniencia. Una de las frases más usadas entre ellos es: “Aunque esto no es criterio, lo hacemos porque estamos en fundación”. Así las cosas, no tienes más remedio que “caerle simpático” al superior si quieres salirte con  la tuya.

La conciencia termina hecha trizas. Como es imposible vivir “dentro de la voluntad de Dios”, es decir, sin incumplir ninguna norma e indicación, al final todas las indicaciones se hacen relativas y se actúa con una doblez inculcada. Aunque sin alcanzar ni de lejos los parámetros de Maciel, todos los legionarios terminan llevando una “doble vida”, una especie de doble contabilidad espiritual. Los legionarios acaban relativizando las normas, todas, sin distinguir qué es importante y qué no. Además, siempre han contado con el ejemplo negativo de su fundador, a quien veían al margen de la regla institucional (usaba el tuteo, vestía de laico, cruzaba las piernas, se hospedaba en hoteles, no rezaba lo que todos, su comida era especial, etc.). “Nuestro Padre no vive como legionario”: esta es la convicción a la que llegaban los sacerdotes después de algunos años de vida en la Congregación.

Con este sistema, una minoría de legionarios se vuelven escrupulosos: legionarios que queman su vida en la esterilidad porque nunca incumplen el más mínimo precepto, lo que hace de ellos seres inútiles para cualquier acción evangelizadora, pues su única ocupación mental es el no incumplir nada de lo establecido. Su temperamento se vuelve abúlico, pierden radicalmente el libre arbitrio y la capacidad de tener empatía hacia cualquier persona, incluidos sus compañeros. Todos alaban su exquisita fidelidad pero nadie quisiera estar en su pellejo. No obstante, la mayoría de los legionarios optan por el camino natural de no hacer caso de nada.

Al avanzar en este sistema de vida, el legionario se encuentra en una situación de alienación ante la que sólo hay una puerta de escape: organizar su vida y su actividad apostólica lo más al margen que se pueda de la Comunidad y de la Institución. ¡Huir del reglamento! Pero esta puerta de escape sólo está al alcance de los sacerdotes que llevan muchos años y han echado tal pulso a la Congregación que se encuentran en situación de terrible desgaste psicológico, moral y espiritual. Ahí están todos los desterrados a las misiones de Quintana Roo, o también esos vástagos de una acaudalada familia madrileña, varios de los cuales han necesitado tratamiento psiquiátrico a causa de la machacona presión institucional. Ahí están esos otros a los que se les separan de las “comunidades”, muchas veces después de haberles endiosado, porque “han dejado de seguir la metodología”. Pobre Director Territorial de Europa…, pobre Coordinador local de Apostolado en Roma… ¡Han acabado psicológicamente rotos tras el pulso a la Congregación! Y la lista es larga. Un día contaremos la forma en que Maciel expulsó injustamente de su Congregación al Decano de Filosofía del Ateneo Regina Apostolorum, acusándolo de hereje.

El “Corpus normativo” al que se somete un legionario de Cristo lo constituyen los siguientes textos: las Constituciones, el Manual de Principios y  Normas, el Manual de Normas de Urbanidad, el Manual de oraciones, el reglamento (conjunto de horarios que regulan la actividad en un determinado centro), las “variandas” al reglamento (cambios en el horario ordinario que se publican en un tablón de anuncios, casi diariamente), los avisos que obligatoriamente da cada quince días el superior para corregir desviaciones en el cumplimiento de las normas; y las normas de los tres Capítulos Generales que han tenido. Además, los deseos que pueda expresar públicamente el propio superior o las normas organizativas que dé ese superior.  En conjunto, miles de reglas a las que se da “carácter normativo” en el sentido más jurídico del término, normas que dictaminan minuciosamente cómo debe comportarse un legionario y que cuadriculan la vida religiosa y apostólica. Por ejemplo, las normas de urbanidad prohíben cruzar las piernas cuando se está sentado. Obligan a limpiarse con la servilleta antes y después de beber agua. Si un legionario incumple estas normas, puede ser llamado al orden por el superior, corregido por los compañeros en el tiempo quincenal destinado a la “corrección fraterna” y lo peor, en su fuero interno el legionario que incumpla esas normas se sabe “fuera de la voluntad de Dios e infiel”. Los principios y normas regulan todo, por ejemplo, cómo debe ser el trato con los “extraños”, e indican que está prohibido ir a comer a casa de una misma familia más de una vez al año o que el legionario no se quite nunca la chaqueta en esa comida familiar. GRABADO MACIEREspecialmente tediosas son las normas que impiden comunicarse con las Consagradas, aun cuando se desarrollen apostolados en común.

Pero seguramente, las reglas más bochornosas que han emitido los legionarios son las que regulan el trato con la propia familia limitandolo al máximo. No hay un solo legionario que no haya sufrido por esas absurdas normas.  Si algo define a la familia es la espontaneidad y en cualquier comunidad religiosa es necesario un orden en la comunicación con los familiares, pero lo de los legionarios es enfermizo. Responde a la necesidad que tenía Maciel de que sus concubinos no se fueran de la lengua.

Para quien no lo ha vivido, es difícil entender hasta qué punto este normativismo marca la vida espiritual y la propia personalidad. La interioridad termina yendo por una senda distinta a la vida externa. Aprendes a comportarte de una manera en comunidad, y de otra cuando estás solo. Aprendes a dar recetas para todo, pero no eres capaz de entender los porqués de tus propias recetas. Ni siquiera puedes comprender la Palabra de Dios y ésta no llega más que a calar superficialmente, pues siempre hay algo por encima de ella: las normas, que hacen innecesaria o extravagante cualquier reflexión personal sobre la Biblia. 

Los Legionarios de Cristo son los nuevos fariseos. La Santa Sede debe acabar con todo este sistema, fruto de una mente perversa que pensaba que todos sus legionarios tenían un corazón tan depravado como el suyo.

08/08/2009 at 9:50 AM 16 comentarios

Una honesta y necesaria autocrítica

Sandro Magister entrevista al exlegionario Thomas Berg en el semanario italiano Espresso.

En la entrevista que Sandro Magister ha realizado a Thomas Berg, sacerdote legionario que acaba de abandonar la congregación, éste pide a los legionarios una actitud de autocrítica “honesta y necesaria”. Berg, miembro de la congregación hasta este mes de abril, confiesa que los legionarios no piensan que haya nada equivocado en la cultura interna de la congregación, aunque ellos por obediencia a la Santa Sede estén dispuestos a cambiar lo que se les indique. Pero la impresión que se tiene de estos cinco meses de crisis es que la Legión no ve la necesidad de cambiar nada.

Sigue Diciendo Thomas Berg que se debe hacer entender a los legionarios que no es competencia de la Santa Sede reformar la Legión, y que sólo se reformará a fondo si lo hace ella misma desde dentro. Pero esto sólo es posible con un examen interno que admita errores en la Congregación.

benedicto y maciel

Berg desea que la Legión reniegue de su fundador y se disocie de él. No ve otro camino alternativo. Todos los retratos de Maciel que todavía se exponen en las casas legionarias deben ser removidos. Deben dejar de citar sus escritos en público, deben dejar de referirse al fundador llamándolo “Nuestro Padre” o “Mom Pere”. Afirma que la mayoría de los legionarios siguen usando esas fórmulas.

Sigue diciendo el sacerdote que la Legión está compuesta por centenares de hombres y mujeres de Dios, buenos y santos, y que siente lástima por ellos.

El centro de los problemas en la Congregación lo constituye el modo erróneo de comprender y de vivir el principio teológico según el cual al religioso se le manifiesta la voluntad de Dios a través de sus superiores. Los seminaristas legionarios son entrenados para mantener una exagerada relación de “dependencia” de sus superiores, tanto en el cumplimiento de normas, como en la petición de permisos, que no está en armonía con la tradición de la vida religiosa en la Iglesia, ni es adecuado psicológica ni teológicamente; comporta una peligrosa supresión de la libertad personal alejadísima de la razonable sumisión que requiere el voto de obediencia, y establece restricciones insanas y poco santas en la conciencia personal. Además, las normas de la Legión que establecen el deber de “referir”, “informar”, “comunicar” y “depender de los superiores” constituyen un sistema de control y de conformidad que ahora debe ser considerado altamente sospechoso, puesto que conocemos lo del Padre Maciel. Y más, estas normas generan una noción simplicista humana y teológicamente de la voluntad de Dios (su discernimiento y su manifestación) que produce inmadurez personal.

La forma en que los Legionarios practican la obediencia ha generado una sumisión que en primer lugar, ha consentido el culto a la personalidad en torno a la figura de Maciel, y en segundo lugar ha cubierto sus crímenes. Los seminaristas legionarios están especialmente entrenados para no razonar la obediencia, para buscar una total conformidad con las normas y para resistir cualquier impulso interior de examinar y criticar las normas de sus superiores. Es verdad que la motivación última que está detrás de esta vida de obediencia es el ideal de la inmolación por amor a Cristo, encarnado en el vivir íntegramente todas las normas e indicaciones de los superiores. Esta inmolación tan radical explica el cambio de personalidad que muchos o todos los legionarios experimentan con el tiempo: la superficialidad de sus expresiones emotivas, la falta de empatía y la incapacidad para relacionarse de forma normal con otras personas, la sensación de llevar una vida “aparte”, etc. Sólo excepcionalmente los sacerdotes de la congregación superan este estado, y sólo gracias a los talentos y cualidades con los que llegaron a la Legión.

Thomas Berg cree que la Legión debería cambiar la sede de los cursos de renovación en los que veinticinco legionarios suelen participar cada verano, y que sigue siendo Cotija de la Paz, la casa-museo del fundador. Y cree que deberían suspender sus procedimientos de captación de vocaciones mientras no haya resultados de la visita canónica, ya que le preocupa profundamente el que los seminaristas de la legión en la actualidad no están en condiciones de discernir adecuadamente su vocación, ya que son sistemáticamente privados de una información a la que tienen derecho y de la que tienen necesidad: información completa sobre la vida del Padre Maciel e información sobre la problemática actual de la congregación. La mayor parte de los legionarios y miembros consagrados del Regnum Christi todavía hoy viven en la más grande ignorancia de estas cosas, privados como están de cualquier información negativa sobre la Legión o el Regnum Christi. En consecuencia, les falta la necesaria libertad interior para discernir la auténtica voz de Dios en sus vidas. Este es un elemento al cual los visitadores tienen necesidad de dedicar mucha atención.

PapaypadreCorcuera

Una cuestión todavía más profunda, naturalmente, es aquella del carisma. Berg siente necesidad de que al final la Iglesia en alguna manera reafirme la validez del carisma institucional en la Legión de Cristo y el Regnum Christi. Especialmente los miembros del Regnum Christi tienen necesidad de saber de las más altas autoridades de la Iglesia si su carisma está de veras inspirado por el Espíritu Santo o si la obra de la legión en estos sesenta y ocho años es una iniciativa humana y llena de defectos de la que Dios ha sacado algún bien. Esta cuestión, si hay o no un genuino carisma institucional, es sumamente seria y tal como se presenta en el caso de la Legión, sin precedentes en la historia de la Iglesia. Thomas Berg espera que los visitadores recaben información útil que ayude a la Santa Sede a encontrar una respuesta adecuada a esta cuestión. 

Por último, dice creer que saldrán a la luz otras víctimas del padre Maciel. El bien de estas personas debe ser una prioridad para los superiores de la Legión. Tiene la esperanza de que los superiores, que han recogido mucha información sobre este punto, se abran con prontitud a los visitadores.

Sobre el relevo necesario de los superiores mayores, Berg dijo que debería valorarse en un capítulo general de la Congregación  y que éste debería ser celebrado bajo la estricta supervisión de la Santa Sede y suspendiendo las actuales disposiciones para el Capítulo General que se encuentran en las Constituciones de la Legión, para permitir la mayor participación y pluralidad de los miembros, especialmente de los que no han sido o son superiores.

Termina la entrevista diciendo que Dios lo puede todo, que el Espíritu Santo puede hacer surgir un grupo de Legionarios-cofundadores que se separen interiormente del Padre Maciel y que bajo la dirección del Espíritu puedan ofrecer un modelo de vida para los futuros miembros y guiar una nueva generación de legionarios, atendiendo al rico tesoro de la espiritualidad religiosa que es patrimonio de la Iglesia. Y esto podrá ser también transmitido al movimiento Regnum Christi.

15/07/2009 at 1:15 PM

Reconvertir la legión II

En reconvertir la legión I dejamos a las cabezas de la Legión, Álvaro Corcuera, Luis Garza y Evaristo Sada, proscritas a la periferia de la Congregación. No es un castigo, es un saneamiento imprescindible. Son encubridores, han perdido la credibilidad ante propios y extraños, y sobre todo, no tienen ninguna capacidad ni espiritual ni operativa para refundar la congregación, paso éste imprescindible para su viabilidad. Ya se han empezado a oír voces de disidencia en la Legión, voces que ahora llaman al despacho de los visitadores y esperan sus resoluciones para decidir separarse o no.

El segundo paso, una vez removidas las cabezas y colocados sacerdotes aptos e inocentes en la cúpula, es reconstruir el necesario tejido de las Direcciones Territoriales (“provincias” en la terminología tradicional). Hay que actuar en dos sentidos: Por un lado, colocar a sacerdotes experimentados y líderes, sensatos y valientes, santos, en las Direcciones Territoriales; y por otro lado hay que descentralizar el gobierno de la Congregación modificando profundamente el capítulo de las Constituciones que regula la forma de gobierno. Sin la reforma de ese capítulo, la Legión es inviable.

1. Remoción de los directores territoriales.

Los actuales superiores territoriales no son aptos. Son sacerdotes demasiado jóvenes, inexpertos, sin liderazgo, sin peso intelectual ni capacidad deliberativa. En el intento de encubrir al fundador y controlar los más mínimos movimientos de la Congregación, se han nombrado directores territoriales tibios, cuya única misión consiste en mantener a los religiosos fieles y entregados a las tareas apostólicas y evitar quejas o desmarques de la estrecha “metodología legionaria”. Pero no son hombres de acción, ni se quiere que sean así. No pueden planear nuevos apostolados, ni proyectar obras, ni mover a los religiosos que tienen a su cargo.

Se deben buscar directores territoriales eficaces. En su día lo fueron el P. Anthony Bannon en Estados Unidos y el P. Héctor Guerra en Europa, pero acabaron siendo removidos por saber demasiadas cosas del fundador.

2. Descentralización.

Se debe reformar el capítulo de las Constituciones que establece los criterios de gobierno de la Congregación. Se debe dotar de poder de mando, eficaz, a las Direcciones Territoriales. Los directores territoriales han de tener poder para mover a los religiosos en su territorio y deben tener garantizados unos recursos económicos para el desarrollo apostólico. Cuando sean direcciones territoriales transnacionales, deben tener además un Vicario de zona en las naciones donde ellos no residan, con amplia capacidad de decisión. En la actualidad, todo el gobierno de la Legión se centraliza en Roma, donde una burocracia inoperante decide hasta los más minuciosos asuntos, sin conocerlos realmente ni poder valorarlos de cerca. Si un legionario quiere salir del país, debe pedir permiso a Roma. Si quiere ir a una celebración familiar, debe pedir permiso a Roma. Si quiere publicar un artículo de periódico o un blog en internet, no digamos ya un libro, debe pedir permiso a Roma. Si alguien comete un error, el que sea, se informa a Roma, que será quien busque la solución, una solución que suele llegar tarde, y con una comprensión del asunto tan deformada que la misma solución buscada resulta inútil. En una congregación tan grande como la legión, la hipercentralización, fruto de la mente megalómana y desconfiada del pseudo-fundador, es irracional y agobiante. Marcial Maciel, como medio de protección, quería tenerlo todo bajo su control directo, sin que le importara el bienestar personal y pastoral de sus propios religiosos.

10/07/2009 at 11:38 PM 2 comentarios

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